domingo, 20 de febrero de 2011

Vuelvo por el blog, y me marcho a Bogotá


Vuelvo a escribir…

Como dice mi título, vuelvo a escribir, tiempo que no lo  hacía, no por falta de ideas, sino de ponerme en serio, quizá el día a día, de este último mes ha sido un poco ajetreado. Estas tres últimas semanas en España, pensé, en un principio que serian más relajadas, pero no, además mi primer trabajo, ha sido de pensar y los que me conocéis sabéis que me cuesta mucho!¡

Escribo a 35.000 pies de altura, no se que significa en realidad, solo se, que si miro por la ventana del avión las nubes están debajo. Tengo algunos temas en mi cabeza que quiero tocar, pero hoy, quizá porque estoy sentimental, voy a hablar de personas, de circunstancias de situaciones y de sentimientos.

Después escribiré de Twitter, me fascina esa red, pero ahora contaré algunas cosillas, como siempre son ideas que tengo en mi cabeza, imágenes que en el día de hoy se me han quedado grabadas, intentaré que no estén muy desordenadas.

Me he levantado a las 8:35am, ducha rápida y desayuno leyendo el periódico en el hotel, el primer día desde que estoy que puedo desayunar tranquilo, aunque con algunos temas pendientes, pero tranquilo. 2 cafés con leche, churros, zumo de naranja y un yogurt. Después he empezado a hacer la maleta y bueno la cabeza me ha comenzado a dar vueltas, pensando que me alejo otra vez de los míos. Esta vez no he visto a los más importantes (lo siento por los otros) pero mi abuela mis tíos y primos me hacen ver que soy una persona querida, si no es verdad, deberían ser actores ;).

Después de tener todo listo, me he cortado el pelo en el hotel, con una peluquera muy simpática la verdad,  y que además me ha dejado muy guapo.

Luego me ha venido a recoger el chofer, y al aeropuerto con más de 3 horas de antelación (no me gusta llegar apurado cuando tengo que facturar) y menuda cola ¡!! Uff menudo lío, he estado más de una hora, y me han jodido 150 € (leuros) por una maleta de más, joder se pasan los de las compañías. No he tenido tiempo de comer que era mi intención, es decir que he empezado el viaje fenomenal.

Todo el tiempo de espera en el aeropuerto lo he dedicado a hablar por teléfono. Y observar a algunas personas, y las diferentes situaciones que se dan con la gente que está en una cola para coger un avión. Empezaré por mí, 3 maletas, Soundock, el portátil y todo el lío!,  solo, nadie que me despida, y nadie que me vaya a buscar, solo completamente, a continuar esta experiencia de vida/trabajo que comencé hace más de un año. Para los que observan  mí cara, está seria sin nada revelador en el rostro, solamente la angustia de semejante cola.

Detrás tengo una familia entera 2 niños la mamá y el papá, con innumerables maletas, se les ve en la cara que vuelven a casa, y lo noto en el acento Colombiano que tienen mientras hablan. Los chicos entre 14 v 15 años es la primera vez que van a su país, por las cosas que le preguntan a su mamá o quizá eran muy pequeños cuando estuvieron allí.

Un poco más atrás un chico español con su novia, se van de vacaciones, y están súper enamorados, se dan besos, y se les ve en la cara, que la cola no les angustia, están pensando en los días felices que les esperan juntos.

Miro hacia las ventanillas y gente con problemas, que no tienen dinero para una maleta de más, y una chica desesperada porque no tiene billete de vuelta, y no la dejan subir al avión, realmente deberían explicar que cuando vuelas a un país que no es el tuyo y no tienes permiso de residencia, si no tienes billete de vuelta casi nunca te dejan volar. Se escuchan los gritos y el llanto de la chica,  pero no hay nada que hacer porque no tiene dinero para comprar un boleto de vuelta.

Cuando me subo al avión me toca una chica al lado, algo hippie, por el acento diría que es Colombiana, (después me entero que es de Calí) no logro saber si ha estado aquí de vacaciones o estudiando, pero si que entiendo que deja aquí a alguien muy querido, no para de hablar por teléfono, hasta que la azafata le obliga a apagarlo, durante toda la conversación habla en voz baja y entre sollozos no para de decir “te quiero”. Cuando apaga el teléfono se enrosca en el asiento y se pone a dormir.

Son algunas de las historias de la gente, bueno las que yo he interpretado, ahora nos quedan 10.600 km y 11 horas de avión para llegar al destino, deseado para algunos, obligado para otros y circunstancial para otros tantos.

Como comentaba estaba sin comer, y lo que dan en el avión suele ser comida para gatos, pero esta vez he tenido suerte, un guiso de ternera con puré de patata bastante comestible, mientras veo una película de animación muy divertida, Megamente.

Así empieza este viaje, llevo la mochila llena de ilusiones, estoy feliz de está nueva etapa. 

2 comentarios:

  1. Buen relato, Jorge ;)

    Según te leía me imagina tu cara y el entorno que te rodeaba.

    Lo sabes de sobra, eres un crack, te queremos muchísmo y te deseamos lo mejor. Estoy seguro de que vas a hacer un trabajo estupendo en Colombia.

    Un abrazo!
    Juanjo.

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  2. Gracias con amigos como tú da gusto. ;D

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