domingo, 27 de febrero de 2011

Una semana en Bogotá CITY

Sábado, una semana en Bogotá, todo indica que la semana que entra, me iré a vivir a mi apartamento, he visto algo interesante, y la verdad es que tengo muchísimas ganas de salir del hotel, es decir, tengo que decidirme YA ¡!

Son las 11 de la noche, el día ha sido provechoso, divertido y fantástico!! Por la mañana fui  a ver apartamentos, de los cuales dos me gustaron mucho y no se que hacer. Cuando llegué a casa, llame por teléfono al mejor amigo de mi tío PIPO, para preguntarle que le parecían las zonas en las que había visto los apartamentos, el lleva 10 años en Bogotá. Me invito a comer y me fui a su casa, vive “cerca” de mi Hotel, pongo cerca entre comillas porque aquí, cerca, sería lejos en cualquier parte del mundo, o al menos eso me parece a mi.

Llegue a su casa, un piso precioso y grande, María su mujer, encantadora como siempre, y tiene dos niñas gemelas o mellizas no lo sé, pero que son preciosas y encantadoras, aparte de esto, vinieron dos amigos de mi “tío” Luis, lo pongo entre comillas porque no es de sangre, pero si de sentimiento, por lo menos para mí.

Bueno, comimos, vimos el fútbol y nos pasamos un buen rato, después, cogí confianza con las niñas y nos pusimos a jugar,  lo pase muy bien, y me duelen los brazos de levantarlas por los aires. A las niñas les explicamos que yo era primo de  Carmen y sobrino de Carmen mamá, (que la mamá y la hija tengan el mismo nombre es un lío …) a su vez su padre le ha explicado que el papá de Carmen, su mejor amigo, PIPO, ya no está con nosotros, pero que ellas son importantes y parte de su vida. El caso, es, que las niñas con tanto lío (el mismo que tenéis vosotros) en un momento dado, me llamaron PIPO, bueno empezó una de ellas, Cecilia, y se me encogió el ALMA, los sentimientos hacia mi tío jamás se irán de mi pensamiento y de mi ALMA, sinceramente me gusto que me llamaran así, pero tuve que disimular, porque las lagrimas hubieran sido difíciles de explicar. Jamás dejo de pensar en mi tío, cada día de mi vida, cada vez que me despierto por la mañana pienso en él, en que me diría ahora, viviendo el Bogotá y estando en el momento más dulce de mi vida como sé que el hubiera deseado. El me empujo hacia este camino, el de no frenarme nunca, el de ir hacia el lugar deseado, él era la persona más apasionada por la VIDA que jamás conocí. Ha sido uno de mis mentores, en un momento fue mi hermano, mi amigo, mi tío, mi jefe… PIPO. ( llevo más de un año intentando escribir un post sobre él, pero no soy capaz.)

Otra cosa importantísima para ser feliz, es el recibimiento de mis compañeros de Bogotá, en especial de Diego, un tío espectacular con el que ya he compartido unas cervezas y una partida de billar, esto también es importante para ser feliz.

No quiero irme por donde no es, lo bueno es que tengo una “familia” aquí en Bogotá, o por lo menos así me han tratado y recibido, cuando uno está a 8.600 km. de casa, estos detalles marcan las diferencias entre ser y no ser feliz, y hoy lo he sido y mucho, lo cual agradezco.

Bueno, mañana será domingo, y lo pasaré haciendo nada, es decir, vegetando. Espero mudarme pronto a mi apartamento.

Otra cosa, he vuelto a jugar poker on line, ya iré contando mis hazañas, en caso de que sean dignas de ello, sino… 

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